31.8.06

LA AUSENCIA (2004)

Poemas del libro ELLAS,editado por la Universidad Católica de Córdoba, Colección Calíope, 2004
(I)

Cerrar los ojos frente a una puerta
y golpear
Y descubrir que detrás
No hay nadie
O que sólo hay otro
Golpeando
Con los ojos cerrados .

(II)

Hoy que me levanta la tos del insomnio
Que los perros de tu sombra
Se entretienen con mis zapatos
Te abrís al enjambre del hombre
Esgrimiendo el amor que ardiera en la grieta

Debo entonces
Dar de baja al calendario más íntimo de tu cintura
Porque no existe guerra más cruel
Que aquella en la que algunos sobreviven

Mientras dormías
Yo salía de paseo con mi mejor ropa
Domingo de parques era tu cuerpo
Te bastaba un nuevo movimiento
Para venderme otro pasaje

Luna
Obstinada como los dedos del frío te acerca la noche
Y te vivís a dejarme
Tan lejos
Tan cerca que me desayuna esta manera de extrañarte

Es una pena no darse en canje de tu paso y tu boca
Pero cuando no haya nada para llover
No me quedaré esperando que se preparen las nubes de tu pelo
Aunque te quiera por donde me busques

A mí
Que me es tan fácil dolerme de tus manos
Me juego a vivir

Hay que dejarse violentar
Por la esperanza.

(III)

como un ciego
al que le han cambiado de lugar
los muebles de su morada

antes
nombraste la nada con pájaros muertos cayendo
como palabras sobre la página no hay otra forma

ya no creo en tu boca
espejismo en la penumbra

(IV)

El poema nombra la falta
Escribe la ausencia.
Se levanta y cobra vida
Donde todo ha muerto.

(V)

Buscamos en las secuencias del pasado
La palabra que dejamos de pronunciar
Como si buscáramos la cartografía
Que conduce a un tesoro,
La sustancia que une los fragmentos.
Buscamos como si la llave que abre todas las puertas
Se hubiese caído en algún lugar del camino
Cuando aún no había puertas ni encierros.

(VI)

Entre los restos de un sueño
Te encuentro
Y la mañana te lleva y te trae
Con las señales de que algo estuvo
Sin haber estado,
Como el humo de un incendio lejano,
Como la música de una fiesta distante.

(VII)

Ella mira
Desde la ventana entreabierta
Cómo pasan los trenes
Que podrían llevarla.
Él mira la casa
de la ventana entreabierta
donde podría quedarse.
(VIII)

Tengo una tristeza minusválida señores
Descalza
Una tristeza que se llora sola
Sin intermediarios
Encorvada y lenta que me pasea silenciosamente
Aquí está dice
Y lloriquea como una huérfana
Y me libera y se incorpora sólo para reiniciar el llanto

El problema es que él ya no tiene dice la tristeza llorando
La tuvo a ella jugando escandalosamente a besarlo
A frotarle dulcemente las sienes
A darle de beber pequeños sorbos como a un mendigo
Le indicaba cada mañana los itinerarios del vuelo

Ella estaba sola y no tenía dónde dejarse sigue murmurando la tristeza
Se acercó temblorosa como frente a un nacimiento
Y se olvidó por muchos años que la vida era esperar
Esperar que alguien llegara a contarle los lunares
A ponerla contra el cielo

No hay restos ni rastros dice esta tristeza violenta
Pero por allí anduvieron muchas veces los dos
Envueltos en el sudor que enciende la oscuridad más plena
Poderosos como dos héroes
Simplemente ellos
Sin fronteras como para hacer lugar para dos hijos

Pero un día agrega la tristeza llorando
Una delgada grieta se abría paso en su lengua
Un oscuro presagio se enredaba en su pelo
Desde uno de sus pezones ponían a rodar ayeres
Que hoy me pasean a la deriva como a un monstruo ciego

Si esta tristeza no fuera tan triste diría que no es verdadera
Pero esta tristeza se llora sola
Entonces tendremos que llorarla
Para poder ver qué se esconde detrás del llanto

(IX)

Hay una cifra a la que no se llega
Un recorrido que no se prolonga
Un aniversario que ya no se festeja
Un último tren

Pero más importante aún es la otra cifra
Que reinicia el ciclo
El nuevo número que en su incertidumbre
Abre las puertas al espanto
O detiene la caída .

(X)

Quien pacta el desencuentro
Pacta además un camino ajeno
Como la muralla de la rompiente
Queda expuesto a la furia de las olas

El mar conoce pacientemente su destino de arena.

(XI)

Ningún cuerpo me dicta el tuyo
Se nombra solo
Se grita solo aunque ya no pueda oírlo

Habré de inventarme nuevamente
Cuando llegue la mañana

(XII)

Seguís mirándome desde todo
Después de mirarme y dos
Naufragios donde todo no hace otra cosa
Que llevarme a vos

Arrancarme de mí a la altura
Más inhumana de tus ojos

(XIII)

La lluvia es lluvia lluvia no otra cosa
Pero es también un quedarse para ver si destristeza
Desmemoria
Mientras la vida
Ese otro cuentagotas
es un irse siempre
unirnos de a poco

(XIV)

Cuánto cuesta el recuerdo
Ese síntoma del olvido.

4 Comments:

Blogger paula varela said...

cipriano
te leo y es como si estuviera debajo del agua /
el silencio es extraño
y las imágenes fluyen /
abarcando mi alrededor.

4:10 p.m.  
Blogger cipriano said...

paula, usted es exageradamente (ya le dije) dulce conmigo, gracias

3:25 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Solamente nos encontramos en la palabra del otro, el lenguaje totaliza..
y estamos gritando, furiosos dentrás de tantas puertas...

Su poesía es sentir que al menos, no estamos tan solos y perdidos.

un abrazo desde reconquista
Julia

12:40 p.m.  
Blogger cipriano said...

Gracias Julia por tus palabras, reconquista...reconquista...

7:15 p.m.  

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